Respuesta :

Se puede resumir como en la mayoría de los casos, se inicia con algunos ideales, estos se fortalecen atravez de las reuniones, manifestaciones y como consecuencia muchos de estos se tiran a la clandestinidad, supuestamente para enfrentar con las armas las ideologías capitalistas.
Cuando han pasado los años, el trabajo de muchas horas de capacitación el envió de miles de personas al extranjero a capacitarse tanto en la política como en las armas, se dan cuenta que no tienen razón de existir y muchos se tiran a diputados, a ser alcaldes o cualquier otra cosa, y la mayoría de lideres termino desde un hotel de cinco estrellas diseñando una guerra en donde miles de personas murieron y solo sirvieron para carne de cañon, y por supuesto en el camino viene el resarcimiento de los daños y los problemas colaterales, pero ese dinero al final posiblemente lo reciban unos cuantas personas del área rural, porque en las ciudades los estudiantes universitarios (algunos de los intelectuales), que profesaron estar de acuerdo con todos estos ideales, salieron graduados y ahora no se acuerdan que un día pusieron por esos ideales a otros miles de personas como carne de cañón.
Al re leer estas líneas pareciera que llevará un poco de dolor, pero no es tanto por la traición de los líderes a sus propios ideales y la posición de vende patrias, sino por los miles de hombres y mujeres y los niños que quedaron huérfanos, esto no solo en Guatemala, sino que se repite a lo largo de Centro América, y del cono Sur.
Muchos ateos, impulsaron parte de estas guerras y terminarón escribiendo en este correo de YR, defendiendo un pensamiento que en la cruel realidad, no han podido liberar ni el vecindario en donde viven de los problemas diarios de la vida.

Me gusta un pensamiento y espero que los ateos sepan de donde viene:

Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones,
La gente que se arriesga, lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño.
Que se permite, huir de los consejos sensatos dejando las soluciones en manos de nuestro Padre Dios.