Respuesta :

El problema antropológico desde Platón está vinculado a su visión sobre la dualidad, según la cual en el hombre encontramos dos principios con características y destinos distintos, el alma y el cuerpo. 

Interpreta el alma principalmente en dos sentidos: el alma como aquello que permite a los seres vivos realizar actividades vitales, y, en el caso del alma humana, como el principio divino e inmortal que nos faculta para el conocimiento y la vida buena. 

El Alma racional como parte superior del alma humana, inmortal y divina. Gracias a ella alcanzamos el conocimiento y la vida buena. 

El "mito del carro alado" representa el alma racional con la metáfora del auriga. Es la parte más excelente del alma, se identifica con la razón y nos faculta para el conocimiento y la realización del bien y la justicia. Es un principio divino y dotado de inmortalidad. La sitúa en la cabeza (el cerebro). 


Alma Irascible, como Parte del alma humana en donde se sitúan la voluntad y el valor. 

Cada una de ellas se vincula una Virtud que son Prudencia, Fortaleza y templanza, respectivamente. 

Tambien asume un dualismo ontológico al afirmar que la realidad está dividida en dos ámbitos totalmente distintos: el conjunto de las cosas espacio-temporales, mutables y abocadas a la muerte, al que da el nombre de Mundo Sensible, y el conjunto de entidades no espaciales ni temporales, inmutables y eternas, al que da el nombre de Mundo Inteligible o Mundo de las Ideas. 

La crítica aristotélica se centra fundamentalmente en el carácter separado y trascendente de las ideas platónicas ,pese a las profundas diferencias entre ambos filósofos, Aristóteles no deja la visión dualista de la realidad aunque sí echa por tierra la transcendencia absoluta del mundo platónico de las ideas: el abismo existente entre las esencias eternas e inmóviles y la realidad siempre cambiante del mundo. 

Aristóteles no suprime ese abismo, sino que lo introduce en el interior mismo de los seres terrenales , quedando a salvo del azar y la contingencia el mundo supralunar: esa región celeste y etérea absolutamente ordenada y regular. 

Aunque Aristóteles no reduce la filosofía a la física, ya que afirma la existencia de seres no sensibles (esencias), sí renuncia al carácter trascendente y separado de las ideas, ya que éstas, en última instancia, deben explicar los acontecimientos y seres del mundo en que vivimos, si se quiere construir una ciencia que nos incumba y no solo una idea de la ciencia. 

Por ello, las esencias (que otorgan la necesidad y permanencia que lo sensible no posee) deben ser inmanentes a las cosas mismas si queremos reconocerlas como tales y que cumplan su función 
Aqui tienes un cuadro: 
http://www.juntadeandalucia.es/averroes/... 

Y por ultimo tienes el argumento del Tercer Hombre que es el título dado por Aristóteles a una objeción que el propio Platón presenta a la Teoría de las Ideas en el diálogo “Parménides”. 

En el diálogo , Platón hace una revisión crítica de su propia filosofía y presenta algunas dificultades que plantea la Teoría de las Ideas. Uno de los argumentos que emplea será retomado posteriormente por Aristóteles para criticar a su maestro; Aristóteles le dará el nombre de argumento del “tercer hombre”. 
Aunque esta objeción le pareció correcta a Aristóteles, la conclusión a la que sin embargo llegó Platón fue bien distinta: para este último filósofo la solución es considerar las Ideas como radicalmente distintas de las cosas sensibles: no se debe pensar que la Idea de Grande sea algo grande pero más perfectamente grande que las cosas grandes; la Idea de Grande no es grande ni pequeña ni mediana, una cosa es grande porque en ella se da la Idea de Grande. La relación que debemos suponer se da entre los particulares y el universal es una relación especial y tanto “participación” como “imitación” son inadecuadas metáforas de ella. 

Y aqui tienes un cuadro por demás didáctico y práctico que te será muy útil: