“Revolución Industrial Inglesa” hace referencia al período comprendido entre 1740 y 1850. Inglaterra fue el primer país en experimentar dicha revolución, es decir, fue el primer lugar donde se produjo un crecimiento económico y un aumento de la productividad sin precedentes hasta entonces. Esta revolución trajo consigo la llamada “economía capitalista”, fundamentada en dinero para producir y mano de obra para llevar a cabo dicha producción.Hasta la llegada de la Revolución Industrial, París había sido la cuna de la civilización europea. Sin embargo, es Londres la que pasa a ostentar dicho poder tras la revolución. Esta ciudad pasa de tener unos dos millones de habitantes cuando Victoria subió al trono en 1837 a tener unos 6.5 millones en 1903. El rápido crecimiento de la ciudad, el cambio de una vida básicamente rural a una economía basada en la industria y un desarrollo tecnológico sin precedentes evidencian dicho cambio.La innovación tecnológica es, precisamente, la que constituye la esencia primordial de la revolución, con la industria como su principal fuente de riqueza, pero donde la explotación laboral de, incluso, mujeres y niños fue una realidad, de hecho, sin ellos no hubiera sido posible la revolución tal cual la conocemos hoy en día.