Micaela se había casado con un gringo: “feo, pobretón y adusto”; al quedar viuda, ahora quiere ennoviar con alguien de su libre elección, tal como se lo manifiesta a su madre. Don Melitón vejete “solterón y sin sucesión”, propone matrimonio a Miquita; pero esta no acepta, desvirtuando aquello de “poderoso caballero es Don Dinero”. Rechazado, Melitón lanza su propuesta a doña Martina, la respuesta queda diferida por la intervención de Clara, otra viuda al parecer alegre. Micaela esta en trance de bodas con don Pablo, a pesar de los chismes de Clara y los reparos de su madre que refiriéndose a este galán dice que es:“un figurón de totoraCosido von hilo grueso;Un manganzón sin oficio,Hambriento, desalentado,Anticucho mal formado,Muñeco de maleficio”.
Don Melitón al comprobar que doña Martina, en cosas de amores aún no está “jubilada”, desiste el casorio. A los chismes siguen los enredos. Después de tanto fisgoneo y murmurar, Clara hace el gran destape: don Pablo, limeño vividor, con el nombre de Pedro Juanelo había desposado a María Andica, que no es otra que la misma Clara, la que percibía una pensión del estado, apenas de los tres meses de esta nupcias desea casarse con Micaela… lo que produce indignación y lágrimas. Al final hay sonrisas de felicidad: don Melitón no se casa, sino que adopta como hija a Miquita, convirtiéndola en su única heredera con inocultable contento de doña Martina.ANÁLISIS DE LA OBRA LAS TRES VIUDAS DE MANUEL ASCENCIO SEGURAComedia en tres actos, reputado por L.A.S., como la mejor obra del teatro nacional. En ella, el ingenio de Segura luce más reposado, hace gala de penetración psicológica y ventila, con donosa malicia, perjuicios sociales y sexuales.
LITERATURA: PeruanaÉPOCA: República(s XIX)MOVIMIENTO LITERARIO: Costumbrismo TENDENCIA: Criollismo AUTOR: Manuel Ascencio Segura CALIFICATIVO: Padre del Teatro Peruano GÉNERO LITERARIO: Dramático ESPECIE LITERARIA: Drama PERSONAJES PRINCIPALES: Martina, Micaela, Melitón PERSONAJES SECUNDARIOS: Pablo, Clara ESCENARIO: La casa de Martina
espero que te sirvaa!