Respuesta :

Los anglosajones fueron varios pueblos germanos que a partir del siglo V invadieron y conquistaron Inglaterra en el sur de Britania.

Los britanos celtas, así como los escoceses e irlandeses, conservaron el cristianismo. La iglesia celta irlandesa, dirigida por San Patricio, da un gran impulso al cristianismo enviando a San Columba a Escocia, quien convierte a los pictos en el año 563 y funda un monasterio en la isla de Iona.

En el año 597, el Papa Gregorio I el Grande envía a San Agustín a Kent con cuarenta monjes benedictinos romanos. El rey Ethelberto de Kent (560-616), casado con una reina franca cristiana, se convierte al cristianismo: San Adalberto. San Agustín funda un monasterio en Canterbury, donde es coronado obispo el año 601, y recibe poderes para nombrar él obispos. Desde entonces Canterbury es la sede oficial de la Iglesia Romana en Gran Bretaña. Poco después inicia la construcción de las catedrales de Rochester y Londres (la Catedral de San Pablo).

En el año 633, el rey cristiano San Oswaldo unifica Northumbria y llama a San Aidan y a los monjes de Dowe para emprender la conversión de los súbditos del reino. San Aidan funda el monasterio de la isla de Lindisfarne.

Posteriormente, Oswy, nuevo rey de Northumbria (641-670), derrota a los mercios en 655 y les impone el cristianismo. Para entonces, los britanos celtas, que evangelizaban a las clases bajas, habían roto su relación con Roma. El rey Oswy convoca el Sínodo de Whitby y unifica la Iglesia bajo el primado del grecoparlante Teodoro de Tarso, arzobispo de Canterbury. Teodoro funda monasterios y crea una estructura diocesana que permanecerá hasta la Edad Media.

La unidad eclesiástica lograda une a los distintos pueblos ingleses, con una lengua común, y resurge la vida urbana en torno a las principales iglesias. Además se introduce la cultura escrita, de la que como único testimonio del siglo VIII nos ha llegado el poema épico en inglés antiguo Beowulf.